Maternidad Real

Después de un tiempo desaparecida, vengo a contar lo que por el momento estoy descubriendo de la maternidad:

- Tras pasarte tres días en el hospital (si tienes suerte de tener un buen parto), llegas a casa con un bebé y todo son adaptaciones, primeras veces, primeros errores... En mi caso tengo la suerte de que la peque duerme toda la noche del tirón. 

- Empiezas con las citas, las reservas de vacunas, tu seguimiento con la matrona, papeleos por todos los sitios (tomas entre medias de todo, y eso que yo le doy biberón y no tengo un cachorrito pegado a mí todo el rato) con cuidado de que no se te pasen plazos...

- De pronto tu pareja empieza otra vez a trabajar (¿cuándo se pasaron las cinco semanas?), además jornada completa. Viene a comer y se vuelve a trabajar. Genial. Ahora tienes que organizarte: 
  • Preparar al bebé para salir a tomar el aire (porque les tiene que dar la claridad y el aire del exterior de casa) lo cual lleva mucho tiempo, porque te garantizo que de primeras siempre se te olvida algo que acabas necesitando. 
  • Salir a dar un paseo, comprar, aprovechar a hacer recados y darle la toma del mediodía.
  • Hacer la comida porque claro, tu pareja viene a comer y ponerse a cocinar no es lo que más le apetece (si no las miradas furtivas como diciendo "¿y qué narices llevas haciendo toda la mañana?" están garantizadas) . 
  • Tener la casa medio ordenada, (misma frase de antes "¿qué hiciste toda la mañana?"), los platos limpios, la ropa limpia y si está en el armario pues casi que mejor. 
- La ropa se merece otro apartado. Tienes que tenerla limpia porque resulta que tu pareja no ha dejado de ir al gimnasio o de correr. Por lo que necesita que la ropa esté limpia, seca y ordenada. Pongámonos en situación. Sale de casa por la mañana, vuelve a comer, se vuelve a ir a trabajar y antes de volver a casa para cenar, ¡se va al gimnasio! Porque tiene que mantenerse o perder peso...

- Tú haces malabares para poder ir a tus clases postparto, porque aunque nadie se de cuenta, tienes que ayudar a tu cuerpo a recuperarse bien del parto para que no te queden secuelas. Y además tienes que ir con tu bebé. Y si tienes suerte te aguanta toda la hora que dura la clase durmiendo o por lo menos entretenido con algo. Sales justo para llegar a casa y hacer la comida, contando con que no le entren ganas de comer. 

- Y cuando ya te adaptaste medianamente a sus horarios, consigues tenerlo todo medio controlado... PUM... empieza a estar más tiempo despierto y a demandarte más. Quiere jugar, que le hagas tonterías, que le duermas en brazos, etc. Vuelta a empezar la adaptación... 

- A todo esto hay que sumarle que a tu pareja parece que le molesta que tengas ese montoncito de ropa del día anterior al lado de tu parte de la cama, porque a veces a él le da por levantar la persiana y lo ve ahí "desordenado".

- Pero es que además también le molesta que mientras él le da el biberón de las 16:00, tú estás mirando el I-pad... Porque resulta que también TÚ tienes que planificar EL BAUTIZO. ¡SÍ! Al parecer ya han pasado tres meses y no te has enterado. Tienes que planearlo tú todo, porque él ni siquiera sabe que se suele regalar un detalle a los invitados... ¡EH! Pero la miradita furtiva sigue detrás de ti cuando estás intentando coger ideas, así que te decides por fregar los platos, mientras piensas ideas, qué tipo de vestido te vas a poner (si encuentras tiempo para buscarlo) y cómo narices vas a organizarlo todo porque...

- Sólo quedan cuatro semanas para LA VUELTA AL TRABAJO... 

Y después de todo esto me pregunto: ¿cuándo voy a poder disfrutar de mi hija? Si cuando me doy cuenta ya tiene tres meses y cuando la miro me entran ganas de llorar porque ya no es tan bebé... 




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