Así empezó todo




Fue el 1 de marzo. El día en que todo cambió.

Después de seis días de retraso y sin muchas ilusiones, decidí hacerme el test cuando papá salió a correr. Así con nocturnidad y alevosía, porque tenía el convencimiento de que iba a ser negativo y así papá no tenía por qué enterarse.

Cuando vi aparecer la segunda rayita casi me da algo. No sabía qué hacer. Empecé a dar vueltas de un lado para otro sin parar de mirar esos dos rayitos de sol que la vida me acababa de regalar. Fue tal la mezcla de emociones que no sabía si reír, llorar, saltar, gritar... Decidí no contárselo a papi cuando llegó para poder prepararle algo especial (y fue muy difícil guardarme la noticia hasta la hora de comer...).




Cuando papi llegó a casa, le di la carta y sólo fue capaz de leer el primer párrafo. Luego sólo decía: ¿en serio?, ¿estás segura?, vaya movida... jajaja Le costó un poquito asimilarlo, y eso que estaba claro que algún día pasaría.

Supongo que a los papás se les hace más complicado aceptarlo porque no os llevan dentro ni sienten lo que nosotras sentimos.

Hasta aquí el capítulo de hoy que sino me pongo a contarlo todo directamente y no paro!!

Un besito chic@s!!!!

Comentarios